“Mi familia siempre ha hecho un gran esfuerzo para que yo estudie, pero había meses que se nos complicaba mucho. Al aplicar la prueba socioeconómica en la universidad, pude acceder a una beca de inscripción y un préstamo de equipo de cómputo. Sin ese apoyo, no hubiera podido seguir en la carrera. Me siento muy agradecida porque ahora puedo concentrarme en aprender y no preocuparme tanto por los gastos.”