Prueba de Ansiedad

“Al principio no entendía por qué me sentía tan agotada emocionalmente. Fue gracias a una prueba de estrés y ansiedad que descubrí que estaba atravesando una etapa difícil. La universidad me ofreció talleres de inteligencia emocional y sesiones de acompañamiento, y eso me cambió la vida. Aprendí a identificar mis emociones, a poner límites y a manejar mejor los conflictos. Ahora me siento más fuerte y capaz de enfrentar cualquier reto, dentro y fuera del aula.”

“La prueba psicológica que nos aplicaron me abrió los ojos. Yo pensaba que solo estaba cansado, pero en realidad tenía altos niveles de estrés y síntomas de depresión. Gracias a los resultados, pude entrar a un programa de apoyo emocional donde trabajamos temas como la resiliencia, la empatía y la gestión del enojo. Hoy tengo más herramientas para cuidarme y apoyar a mis compañeros también. Me di cuenta de que pedir ayuda no es debilidad, es el primer paso para mejorar.”